Leonardo da Jandra

Uno de los escritores más polémicos de la literatura mexicana actual es, sin duda, Leonardo da Jandra (Chiapas, 1951), un hombre puente, pues ha pasado la mitad de su vida en España y la otra mitad en México. Da Jandra es un literato que tiene un profundo conocimiento de la filosofía; ha hecho un método propio, que se puede leer en su controversial tesis de doctorado titulada Totalidad, seudototalidad y parte (1990; publicado con el seudónimo S.C. Chuco). Entre sus obras más destacadas podemos mencionar sus dos trilogías: Entrecruzamientos (1986, 88 y 90) y la trilogía de la costa: Huatulqueños (1991), Samahua (1997) y La almadraba (2008). Posee dos vertientes: la del ensayo filosófico y la de la narrativa. Entre los libros de filosofía y de ensayo están: La hispanidad: fiesta y rito (2005), La gramática del tiempo (1994) y Filosofía para desencantados (2014). También ha escrito Bajo un sol herido (2001) y Los caprichos de la piel (1996). En la actualidad está realizando novelas de “filosofía ficción», como él las denomina; esta tendencia se puede ver en su libro Distopía (2011), donde las ideas son el tema central de la narración.

Para tener una referencia de Da Jandra, citó lo que dice Guillermo Fadanelli en el prólogo de Filosofía para desencantados: “En México, Leonardo da Jandra no ha tenido los interlocutores que merece y su ánimo guerrero ha causado reticencia hacia su persona, y también reserva debido a los constantes cuestionamientos y duras críticas que hace al estado actual de su sociedad”. Fadanelli acierta en este tema crucial: “Pareciera que en México estamos acostumbrados a callar y a juzgar desde el anonimato, o cobijados por la sombra de poderes e instituciones: nos atemoriza la palabra si no va acompañada de buenas maneras, y ponderamos más la amabilidad que la sabiduría. Yo he sido su amigo durante muchos años y con él he aprendido que la conversación no se da entre argumentos o entidades ficticias, y sí entre personas que han tenido vida, equivocaciones y carácter”.

También podemos rescatar lo que Enrique Vila-Matas señala en el prólogo de La gramática del tiempo: “Da Jandra, es uno de los más sorprendentes escritores que yo he encontrado en el magnífico panorama de las letras mexicanas actuales. Al que un día vi llegar a Ciudad de México con el propósito de cazar y pescar a los malos escritores que se cruzaran en su camino”.

Con su narrativa futurista, Da Jandra propone que la imaginación debe estar abriendo posibles derroteros de comprensión para salir del egocentrismo patológico global. Salir del “yo” para mirar el “nosotros” es ya un paso al sociocentrismo, y éste tiene como meta el cosmocentrismo, vernos como parte de un todo armonioso: “La filosofía cosmocéntrica se regocija ante la posibilidad descubridora de la ciencia; y se autorrealiza al tender un puente clarificador entre la lógica del mundo material y los valores emanados del espíritu. El ser humano, saludable y racional, anhela la armonía y rechaza la conflictividad. Cuando este anhelo no se cumple, surge la discordia que está en la raíz de toda maldad, y entonces es inviable la convivencia moral. Sólo aceptando la complementación sublimadora de la ciencia y la religión por medio de la filosofía, podrá el ser humano dejar atrás para siempre la conflictividad inherente a la autogratificación egocéntrica. Una vez asumida la conciencia moral ya no hay marcha atrás, y la luz sublimadora de la mente termina integrándonos a un cosmos fascinante e infinito”.

www.dajandras.com.mx

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